domingo, 8 de junio de 2014

Las claves de la derrota y el legado de Martinez

Miguel Cotto se impuso a Maravilla Martínez en una de las peleas más esperadas del año. Luego de derribar tres veces en el primer round a Martínez, el quilmeño logró levantarse para seguir en el combate hasta terminar el noveno round, cuando su esquina ya no lo dejó salir a disputar el décimo. Miguel Cotto lució superior, ganando con holgura en las tarjetas hasta el momento de la detención, superando a un Sergio Martínez que se vio muy disminuido físicamente, sin su gran movilidad y sin su velocidad. Lo que vimos fue la continuación del declive físico de Maravilla, el que vimos por primera vez en Buenos Aires y ante Martin Murray.


Aquí apuntamos las principales claves en la derrota de Sergio:

     
Primer round catastrófico
Sergio Martínez se fue tres veces a la lona, y terminó el primer round salvado por la campana. Eso marcó el ánimo de la pelea, y sin duda, también el ánimo de Martínez. Durante ese primer round su movilidad no fue la de siempre, parecía quedarse un instante más en el rango de Cotto y fue alcanzado. Tampoco demostró volumen de golpeo, otro de los factores que podía darle posibilidades en el combate para lascerar el ya muy frágil rostro de Cotto. Ese primer round, obligó a Sergio a tomar distancia, a pelear más afuera, muy afuera quizás, desde donde tuvo pocas oportunidades de meter golpes sobre el rostro de Cotto.

Rodillas muy averiadas
Era claro desde la previa, Sergio Martínez necesitaba sus rodillas. Incluso Gabriel Sarmiento, uno de sus entrenadores señaló en entrevista que los estragos de las lesiones "ahí están", nunca se fueron, y hoy volvieron. Sin su emblemática movilidad, Maravilla no es ni la mitad de peleador, que puede ser. Y no tuvo sus piernas en el combate. Eso se vio desde el primer round, aunque a partir del segundo logró recuperar movilidad y lució mejor, al menos para sobrevivir hasta el último tercio del combate. Pero las rodillas volvieron a ceder, pues Martínez se veía permanentemente desbalanceado en los últimos rounds, batallando en sus giros, lento en sus salidas, y pobre en su soporte. Fue esa la razón por la que su esquina forzó la detención del combate, pues ya Pablo Sarmiento había notado que sus rodillas habían abandonado a Sergio.

Falta de movilidad y defensa
Insistimos con lo del primer round, donde se marcó la tónica del combate, y donde Cotto no tuvo secretos, pues fue vehemente con su mejor arma: el gancho izquierdo. Entró sobre Maravilla cuantas veces quiso, golpeó con nitidez y explosividad.  Y todo esto ayudado por la falta de velocidad en los desplazamientos de Martínez, un peleador que brilla en las salidas laterales, en fintar por un lado, y salir tirando rectos por el otro. Hoy, Martínez no fue ese peleador. Más bien, se movía en círculos alrededor de Cotto, buscando quedar fuera del rango, más que buscando su propio contragolpe.

No pudo imponer la superioridad física
Llamó la atención en el pesaje que Cotto marcó 155 libras, mientras que Martínez pesó poco menos de 159. Eran prácticamente cuatro libras de ventaja las que concedió Cotto, y que debían ser factor. Pero a la hora de la pelea, parecía que Martínez era el de la desventaja, pues sus golpes no pesaban. Cotto, por el contrario, se vio muy cómodo en ese peso, hizo valer la precisión y explosividad de su golpeo, boxeó bien sobre las puntas de los pies, le cortó muy bien el ring al argentino, lució potente, ligero y veloz. Confirmó el boricua que la decisión de no rellenarse para llegar al límite de peso fue la acertada.

Corazón más que realidad
Si algo tiene Sergio Martínez es que no le asusta estar en la lona, ni le asusta la derrota. En múltiples ocasiones ha sabido levantarse del suelo para ganar peleas, y en este primer round ante Cotto lo volvió a demostrar, aunque esta vez no para ganar el combate. En los primeros minutos de la pelea estaba noqueado y el desenlace era inminente, pero se levantó tantas veces Pablo Sarmiento decidió detener el combate lo hizo ante la negativa de Martínez que pedía un round más. Hoy no había físico, no estaba el Maravilla de antes, pero sí estuvo el corazón. Maravilla fue un guerrero que cayó ante un Miguel Cotto brillante. El triunfo para cualquiera de los dos peleadores representaría el más significativo de sus respectivas carreras, y fue Miguel Cotto quien se llevó el premio. Sergio Martínez se convierte, entonces, en el triunfo más importante en la carrera de un futuro miembro del Salón de la Fama como Miguel Ángel Cotto.
como cayó para presentar combate. Cuando su entrenador
Al final esto es un deporte-negocio.
El ganador fue digno, el perdedor una gran persona.
Todo término como caballeros.
El legado
Sergio Martinez revitalizó el boxeo argentino. Cuando nadie le daba bola apareció ese gran boxeador, que hizo su carrera casi en soledad, sin ningún apoyo de nadie. Se fue como campeón argentino a España, y allí ganó todo. Luego fue a Londres,  y de allí a EEUU. Solo perdió 3 peleas en toda su carrera incluyendo ésta, llegó a ser Campeón del Mundo y ahora con 39 años, la rodilla destruida le pasó factura...

Le ganó a los más grandes boxeadores y con todo eso que hizo aparece alguien de su propio país y miles como él que en el final de su carrera se burlan y hasta lo detestan. Le cuestionan jocosamente el apodo de Maravilla. 

viernes, 6 de junio de 2014

Los puños llenos de verdades

El más grande campeón mundial de la categoría mediano de todos los tiempos, también repartía trompadas en la ficción.

Cuando finalizaba el año 1976, Carlos Monzón filmó en Italia La Cuenta está saldada, un western dirigido por Stelvio Massi, que lo tuvo como protagonista junto a Luc Merenda, Gianni Dei, Giampiero Albertini, Mario Briega y Susana Giménez, por entonces su mujer.


El filme cuenta las aventuras de un hombre viaja al norte de Italia para vengarse de la muerte de su madre y hermana a manos de una pandilla de mafiosos.



Título Original: Il conto è chiuso
Título Argentino: La Cuenta está Saldada
También conocida como (a.k.a.): The Last Round
Director: Stelvio Massi
Género: Policial Italiano con el boxeador argentino Carlos Monzón
Año: 1976
País: Italia
Actores: Luc Merenda, Carlos Monzón, Mariangela Giordano, Gianni Dei, Giampiero Albertini, Mario Brega, Susana Giménez, Luisa Maneri, Leonora Fani, Claudio Zucchet, Nello Pazzafini, Giovanni Cianfriglia, etc.

Texto de la tapa: Tenía un plan, un objetivo, la hora de la venganza ha llegado, él es el vengador.
Texto de la contratapa: La historia se desarrolla en un lugar de Italia, Carlos Monzón, personifica a un tipo duro y aventurero. De pronto se ve envuelto en una tremenda pelea callejera, impactando con su fuerza y destreza a sus rivales; ellos sumamente sorprendidos, de semejante dureza y coraje, tratan de proponerle trabajo en una organización, que responde a los mandos naturales de la mafia. Monzón, seducido por la propuesta, acepta convirtiéndose poco a poco, en uno de los hombres de confianza de dicha organización. Al poco tiempo, él es el responsable de provocar una feroz lucha interna, logrando cruentos enfrentamientos de poder. El tenía un plan, un único objetivo, la hora de la venganza, había llegado, él resultó ser el vengador... Para que la cuenta esté saldada.